sábado, 12 de marzo de 2011

Del Carnaval de Colonia a una 'Fiesta Cani', pasando por el barbero

¡Hola amigos! Sigo vivo, sí señor... y orgulloso de ello tras haber sobrevivido al viaje loco a los Carnavales de Colonia el fin de semana pasado. Para mi ha sido una de las mejores salidas de este año Erasmus. Y todo surgió de la cabeza del señor Natürlich, que decidió convencernos a todos con uno de sus eventos para no parar de hacer cosas por Alemania... Todos agradecidos. Por cierto, a partir de ahora me referiré a Colonia bajo el nombre de Köln, por eso de hacerme el interesante y para demostrar que algo de alemán estoy estudiando...

La verdad es que pintaba bien la cosa desde que llegué a la estación y vi las pintas que llevaba la peña. Todos vestidos de... ¿mujer?, ¿travelo?, ¿abuela cotilla de esas que se asoman en pijama al patio interior para enterarse de los últimos cotilleos de la comunidad? Nunca lo sabremos, pero sí que arrancaron unas cuantas carcajadas, entre ellas la mía. Aunque el que ríe último, ríe mejor. Y efectivamente yo no reí el último y acabé más pintado que una puerta y caracterizado como una jovencita flamenca (más o menos). La verdad es que la cordura llegó tarde para coger el tren aquella mañana y se quedó en Bremen, pues desde el primer tren que cogimos a la ida (tuvimos que coger 3 o 4 hasta llegar a Köln) ya íbamos liándola cantando y bailando... hasta el punto que el revisor pasaba de contar cuántos éramos y si habíamos pagado o no...

Por cierto, durante todo el viaje viví un idilio con mi mochila parecido al de Pocholo con la suya. ¡Todo el rato preguntando dónde estaba! Pero siempre había un alma caritativa poseída por el espíritu de mi ángel de la guarda que la descubría y me la entregaba. Más me valía, porque los bocadillos que había dentro eran dignos del Oscar al mejor bocata secundario. Los hice siguiendo una receta de Falete y así salieron, que casi me come a mí el bocadillo y no al revés... Adjunto fotografía.

Nada más llegar a Köln... ¡batucada! Todo el mundo alrededor mirando hasta que llegamos los energúmenos de turno para animar el cotarro y marcarnos unos buenos bailes sensuales seguidos de alguna que otra conga. Eso sí, cuando acabó la batucada y empezaron a pasar la gorrita para recoger las propinas... ¡nos hicimos los locos como si nos fuera la vida en ello! Pero bueno, somos estudiantes, la excusa perfecta...

Y tras pasar no sé cuantas horas en Köln con cientos de personas (igual me he colado) preparadas con sus trajes para el evento... llega la hora de volver a Bremen... Eran las 3 y faltaban 7 horas y 4 o 5 trenes para llegar a casa. Es decir, la muerte. Pero bueno, la parada más larga fue en Osnabrück (a una hora y poco de Bremen), donde tuvimos que esperar una hora interminable, aunque todos mis males los deposité en los servicios de la estación (70 céntimos que me costó la broma, o a ellos, según se mire...). Y por fin en casa a las 10 y algo de la mañana, solo quedaba tirarse en la cama y morir tranquilo. Y así se hizo.

Pero hay más historietas cortas de esta semana. El otro día fui a desayunar al Back-Factory y en el trayecto de ida me crucé con una señora que me provocó un malestar interno bastante severo. Me iba por la pata abajo, pero no literal, sino metafóricamente. Aquella mujer me daba muchísimo miedo: pelo blanco mal cuidado, boina, ojos pequeños y metidos para dentro, gran nariz... y murmurando. Procuré mantener las distancias, aunque me volvería a cruzar con ella horas más tarde en el centro, fue lo que más me inquietó. Menuda chorrada, ¿verdad? Allá va otra, en un semáforo me dio tiempo a ligar con un raperillo. Me rayé de tal manera que pensé que podía conocerle, porque desde la otra acera no paraba de asentir con la cabeza y sonreírme (miré para atrás y no estaba ni mi ángel de la guarda). Situaciones incómodas de la vida... como por ejemplo que tu gato siempre venga a tu habitación para 'ducharse', o lo que es lo mismo, chuparse entera (incluida la entrepierna) mientras de vez en cuando te cruza miradas penetrantes. Pienso que nuestra relación a cruzado las fronteras que teníamos pactadas al principio, tendré que volver a enfriar la atmósfera tirando de vuvuzela...

¡Ah! No quiero olvidarme del tema de la semana... bueno, mi tema de la semana. Porque después de un largo tiempo sin afeitarme y llegar a tener una barba que jamás me hubiera imaginado... ¡me he esquilado! Y he hecho para todos vosotros un antes y un después. ¡Vuelvo a las patillas del inicio! Por cierto, ¡no acepto consejos ni opiniones al respecto!

Y por último, el evento de la semana, la 'Fiesta Cani'. Sí señor, una fiesta en la que solo podías entrar si ibas vestido como un auténtico kinki, y como había que ganarse el respeto de los demás, nos lo tomamos en serio hasta conseguir que la realidad superara la ficción con nuestros atuendos. Eso sí, sobre las 2 de la mañana me marqué una bomba de humo de las que marcan época, desaparecí camino a casa con una destreza que ni el mismo David Copperfield... Os adjunto una foto de 'SaH PeÑa Re$hULoNAh' que se dejó caer por la fiesta. Me podréis encontrar arriba a la derecha, soy el que puede coger el Canal + con la gorra.

Y hasta aquí las disparatadas historietas de esta semana, que por otro lado ha sido realmente tranquila, me ha dado tiempo a ver dos buenas películas: La naranja mecánica y El hundimiento. Seguiremos informando desde Bremen...

¡Un bratso!
   

6 comentarios:

  1. je,je,je....ya veo que aprovechas el tiempo a tope, ya nos queda menos. bessss. mma.

    ResponderEliminar
  2. Graaaaaaaaaaande Jimmy !!!!!!! Grandeeeeee
    sHaludo$ shuPReMOHHHH!!!

    ResponderEliminar
  3. eShE MoReNiKoH ReSHUloN!!!

    ResponderEliminar
  4. Por qué parece que estés famélico?? Creo que eva siendo hora de comerte a Minka...

    ResponderEliminar
  5. quítate la perilla ya que estás annnnda!

    confiesa q en tu día fuiste un cani... eso no es solo fachada... sabes llevarlo y por algo será! jajajaja nadie mejor para decirlo q yo!

    ResponderEliminar
  6. Gran semana si lo piensas detenidamente....
    firmado...sr.naturlich

    ResponderEliminar