
Esa es la primera frase que Viola y Alex debían decir al entrar por primera vez en 'La Peñita Los Kalimotxos'... y lo hicieron. ¡Tíos grandes! De ahí al '¿qué pasa mi niño? o ¿qué pasa chacho, muyayo?' solo había un diminuto escalón... Y es que en los últimos días me he marcado un Málaga-Trip glorioso, con acento germano. Aunque creo que la aventura merece bautizarse como Andalucía-Trip...
El viaje comenzó desde la Carlos III, donde recogí a estos dos colgaos por la tarde del pasado viernes, a ritmo de 'Desperado', con los punteos de guitarra de Alex. Desde entonces hasta Torre del Mar, buena música, risas y alguna que otra siesta del personal que invitaban al conductor a cagarse en lo más sagrado. Pero se hizo corto. Y nada más llegar, un paseíto por la playa y a dejarnos los dineros en la Peñita, que para eso está.

El segundo día estaba reservado para turistear por Nerja y seguir de camino a Almería, donde nos esperaba el grandísimo Félix. Allí tapeamos, jugamos al mejor juego de beber de la historia (me lo tienes que pasar, mamón) y después, de discotecas. El rollo de Almería es la caña, totalmente recomendable. Lo pasamos tetilla. ¡Muy buena gente! Eso sí, a la mañana siguiente no hacía tanta gracia despertarse a ritmo de timbales por la batucada que estaban haciendo enfrente del puto piso.
Al levantarme, tuve mi momento de gloria. ¿Erección mañanera? No, me explico: había que recoger el infierno que dejamos la noche anterior y yo estaba sin gafas, a tientas, como un auténtico topo... pues acabé tirando varias botellas al suelo amén de un precioso obsequio de la casa que me acabé cargando, y por ende, barriendo... (lo siento, tío...). Un 'morning glory' que no acabó ahí, ¡porque fue cuando descubrí la batamanta (momento remember)!, y tuve que ponérmela para, acto seguido, sentir que un alma africana se apoderaba de mi cuerpo y marcarme unos bailes sensuales al ritmo de la batucada...
El resto del día, ¡turismo por Almería! Realmente... emmm... vamos a ver... emmm... es Almería, ¿vale?... Lo mejor fue el cerro del Cristo, desde donde se ve toda la... ¿ciudad? Pero para llegar allí, tuvimos que pasear por el peor barrio almeriense, donde se cuece todo el tema de la droga, lleno de gitanillos y de Hazes en potencia. Gracias al enorme Cristo que visitamos, no nos robaron, pero imaginaros el percal: dos alemanes, una francesa y dos españoles con gafas-pasta de sol... Todo un logro. Por cierto, en Almería, y con una foto de un apretón de manos, firmamos un pacto: bañarnos en la playa de Málaga antes de volver a Madrid. Más adelante, el desenlace... Por la noche tiramos para Málaga de nuevo, unas pizzas del Telepi, un poco de tv-basura española... y a planchar la oreja porque al día siguiente nos esperaba...
¡Graná! Donde quedé con la inolvidable y apreciada señorita enjendrada en La Carolina... ¡Tivorosky! Sin olvidarnos de una granaína de verdad, como es Marina, de pura sangre, de "Ohiharaah" (Ojijares, para los de la Logse). De nuevo, volvieron las famosas 'tivoroskadas', y es que no se puede ir a Granada con Ingrid a tapear porque... ¡todos los bares están cerrados! Cada día me sorprende menos, la verdad... Pero fue una gran guía, todo hay que decirlo. Por cierto, muy cutre, pero la única foto que tengo con estas dos muchachas en mi visita a Granada fue en un jodido Eroski, eso sí, manteniendo una lata de cerveza Alhambra, de la ciudad.
La despedida... como todas, triste... pero espero reencuentros bremenianos. Por cierto, dos últimos apuntes de Graná: primero, algún día os contaré la escalofriante historia que me une a esa ciudad cada vez que la visito; y en segundo lugar... creo que en Granada tienen de alcalde a algún primo lejano de Gallardón, ¡todo levantado y en obras! Salir de allí se nos hizo más largo que el eructo de una jirafa...
Al día siguiente, esperaba la capital. Y por la noche, de despedidas... Viola vuelve a Alemania por Navidad y Jaakko... Jaakko se nos vuelve a Finlandia para siempre... Un pedazo de finés de los que no quedan, de esos que odian Suecia con todas sus ganas y beben alcohol para calentarse en las mañanas frías. Un fuerte bratzo Jaakko, nos veremos por Oulu. ¡August-Germany-Finland-Crazy-Trip!
Pues señores y señoras, así están las cosas y así se las hemos contado. ¡Aprovecho para desearles a todos y cada uno de ustedes una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo, sentadito en este humilde rinconcito de interntet!
¡Un bratzo!