Antes de nada... ¡¡¡gracias a todos!!! ¡¡¡Ya nos queda muy poquito para llegar a las 10.000 visitas!!! No me lo podía imaginar aquel 22 de septiembre de 2010 cuando me embarqué en la aventura del Erasmus y decidí abrir el blog en medio del aeropuerto de Barajas mientras fotografiaba alemanes con chanclas y calcetines... Menudo cambio... Lo dicho, amiguetes, muchas gracias!!! Empezamos...
Y lo hacemos mentando a Félix, coleguita malagueño que ha recogido el testigo Erasmus y ahora mismo está pasando frío en Bergen (Noruega) contándonos sus experiencias en 'Desaprendiendo a vivir'. ¡Os animo a que le echéis un ojo!
La verdad es que necesito hacer un poco de memoria para saber dónde me he metido las dos últimas semanas... (foto de mono pensador muy gratuita, lo sé, pero ahí está). Ahora mismo siento que el tiempo está pasando muy rápido. Mi aventura 'Bremen 2.0' va camino de los dos meses. En todo este tiempo me ha dado tiempo a mejorar día a día en un curro que jamás había probado, progresar 'ein bisschen' con mi 'Deutsch', conocer gente, ducharme por las mañanas a -10ºC, mejorar la técnica 'de la cama a la silla, de la silla al sofá y del sofá a la cama' con respecto a la ropa (mamá, tranqui, todo como los chorros), volver a mi saludable dieta de 'pasta todos los días y picar algún bollito/bolsa de patatas de vez en cua...siempre', coger un enorme resfriado... ¡Y pedirme el próximo viernes libre porque voy a visitar a mi colega Kevin en Dortmund y vamos a ir al Westfalenstadion a ver en directo el Borussia Dortmund-Stuttgart! ¡Me voy a un estadio emblemático, de lo mejorcito del mundo!
(PAUSA: acabo de mirar por la ventana y me he dado cuenta de que tengo una planta en la terraza. Jamás la he regado. Bah! Rezaré por ella. Es más fácil... Vale, solo era eso, continuamos...)
Los últimos días bremenianos han sido totalmente primaverales. Sus 17ºC a media mañana... pero en cuanto se pone el Sol bajan rápidamente para rozar los 0ºC. Vamos que si sales en bermudas a la calle y se te echa el día encima, te quedas pajarito... Más cositas, por fin me abrí una cuenta en un banco alemán. Ayer me di cuenta de que me la jugaron un poco. Me han abierto otro seguro por accidente (ya tengo uno con el restaurante) con un contrato de dos años, el primero lo paga el banco, el segundo lo tengo que abonar yo. Así que esta semana, con ayuda de Marco, mandaré una carta para cancelarlo. A mí con estas... tss! El tema es que con la cuenta alemana por fin he podido apuntarme al gimnasio, y lo estoy dando todo desde hace dos semanas. Estoy echando más brazos que Paquirrín y Borja Thyssen juntos...
La semana pasada tuvimos una visita 'made in Bremen Erasmus'. Vino Emilio desde Berlín a pasar unos días a tope en el norte de Alemania. ¿Dónde acabamos nuestras noches? En el 'Heartbreak Hotel'. ¿Y por qué? Porque otra vez tuvimos problemas con los puertas de una discoteca, esta vez 'Modernes'. Llegamos un poco tarde, éramos 8 personas. Lo primero que nos pidieron fue el DNI (¡el DNI! ¿Para qué gasto yo estas barbas de mendigo?), acto seguido sonrisita en la boca acompañado de un: "aaah... 'Espaaania...". No pudimos entrar, así que, como os he adelantado, terminamos la fiesta en el Heartbreak.
El Heartbreak Hotel merece una mención aparte. Realmente se trata de un garito super casposo, donde se puede fumar, hay poca luz, siempre está lleno, nos juntamos lo mejor de lo peor... un after... mola. Y no llegas a casa antes de las 7 u 8... Aunque tengas un partido de fútbol a las 12, ¿eh, Miguelón 'Guti'? Luego tu ropa necesita ventilarse durante 9 meses en la terraza. Ese es el coste de oportunidad de echarse unas cervezas en el hotel rompecorazones...
¡Ah! Tengo que hablaros de mi nuevo hobby. Aparte de partirme el pecho casi cada día en el McFit Gym, he encontrado una nueva diversión para mis viajes en tranvía. Cada mañana, después de quitarme las legañas y salir de la cama con pinzas, me monto en el tranvía y aprovecho los 15 minutos de trayecto hasta la escuela de alemán para hacer los deberes del día anterior. Algún día el profesor sabrá el porqué de esa letra de médico en mis redacciones... Además, cuando viajo cada tarde hacia el restaurante, me dedico a contar todos los locos que veo desde la ventana. Es increíble la cantidad de 'volaos' que vagan por las calles de Bremen. Gente que habla sola, gente que simula disparar con una escopeta imaginaria... Cuando no veo locos, simplemente cuento rubias y ya está. Por cierto, hablando de locos, cada semana siempre viene el mismo al restaurante, con sus tembleques, su pronunciación imposible, su pantalón atado con una cuerda, sus ticks... y siempre pregunta por lo mismo, una botella de Coca-cola. Le decimos que solo tenemos de cristal, no la quiere y se va dejando la puerta abierta. Inquietante.

Y hasta aquí llegan mis aventuras semanales... Me voy a levantar un país, aunque no sea el mío... Qué va, hoy tampoco, que es domingo, ¡de nuevo el día del Señor! Así que aprovecharé para limpiar el baño, la cocina, la habit... qué va...
¡Un bratzo!