jueves, 23 de febrero de 2012

En Bremen se habla español... ¡hasta en Otterstedt!

¡Hola yonquis de 'erasmuseandoporbremen'!

Hoy he amanecido a eso de las 11 de la mañana y, después de leer un poco la prensa por internet, he decidido pasarme por este rincón a contaros las últimas vivencias de un erasmus... digo currante, currante español en Alemania. Ahora mismo me encuentro disfrutando de un paquete de galletas 'Príncipe de Beukelaer' a vuestra salud, acompañado de un poco de buena música y contemplando a la vez mi última adquisición: un póster-colección de mis mejores momentos, por cortesía de la señorita Diem, que ya me regaló otro mono en Madrid. A mi lado, la ropa de mi segunda lavadora y una habitación en la que parece que ayer se hubiera organizado una fiesta de monos con pistolas (tranquila mamá, que esto lo recojo yo en un santiamén).

Ayer fue un día extraño, larga pero divertida jornada de trabajo. De 18,00 a 21,00 todo iba muy tranquilo en el restaurante. Incluso pensamos en cerrar a eso de las 22,00... Pero de repente se alinearon no sé cuantos planetas y empezaron a entrar clientes. Los clientes ya me conocen y me llevo bien con los cachondos. Ayer entró uno por la puerta de la cocina y al verme empezó a gritarme en 'árabe', a lo que respondí yo en 'árabe' también... (momento 'What the fuck' del día). En otra de las mesas, había un matrimonio de un alemán (Olli) y una española malagueña (Eli), con su hijo 'fifty-fifty' (Ali-Oli, no, qué va... se llamaba Alex). Por fin pude darle a la lengua con los clientes, muy majos por cierto, y cuyo primogénito celebrará una fiestaca por su 20 cumpleaños en nuestro restaurante este sábado (¡Oh yeah! ¡Fiesta teenager! ¡Alcohol! ¡Musicón! ¡Español!). Cabe señalar que la mujer estuvo 'vendiéndome' a su hija, amén de otras hispano-germanas de la zona. Seguiremos informando...

Más cositas... y es que no es la primera vez que hablo en la lengua de Cervantes estas tres semanas aquí en Bremen... Os cuento. Desde que llegué, no paro de hacer deporte cada día y salir a correr (hace una semana corrí al lado del río, congelado, con gente patinando sobre el hielo, os adjunto la foto unas líneas más abajo). Por lo que decidí irme al 'Outlet' de Bremen en busca de algún ofertón de zapatillas de running. Según entré en Nike, le pregunté a un hombre -"Können Sie mir helfen?" +"Español, ¿verdad?" -"Sí, tío..." Él era dominicano. Al final me conquistó y me sacó una súper oferta de zapatillas+camiseta. Una semana antes, fui con Linda al Starbucks. Solo abrí la boca un mometo para decir "Frapuccino", acto seguido escuché un: "español, ¿verdad?". ¡Joder, sí! ¡Español! ¡Solo he dicho Frapuccino, coño! Otro tío majete, esta vez de Ecuador, ambos en Bremen con sus señoras alemanas.

Estos días he tenido tiempo para salir de fiesta. El jueves fui al Lila Eule con don Miguel de Graná y el sábado salí con Linda. Después de que pinchara en una discoteca, nos fuimos de fiesta, nos topamos con un par de colgados algo pasados de raya... y después acabé ligando con un hombre de unos 40 años cuyo único propósito de la noche era darme su número de teléfono, lamentable... gracioso, pero espeluznante y lamentable a la vez...

Por último, ¡os contaré mi expedición a Otterstedt! Se trata del pueblo de Viola. Un pueblo que, si un día se estropea el tren que para en Ottersberg (otro pueblo a unos 6 km de Otterstedt) está jodido... Me sorprendió ver que hubiera casas, gente, un ultramarinos, coches e incluso algo de cobertura para el móvil... (es broma, es ist sehr sehr schön!). Allí hicimos un paseo-tour en bici. Yo tuve que pasar por 'boxes' tras reventar la rueda de la primera bici. ¿El paseo? Bien... emmm... esto... creo...  creo que... ¡creo que no me he llenado tanto de barro en mi vida! No voy a decir que me caí porque mentiría, pero no hizo falta, ya iba servido de mierda hasta las orejas, hasta el punto de remangarme los vaqueros hasta las rodillas. Minutos después, nos cruzamos con un par de amigas suyas y mi carta de presentación fue: "Hola, soy Jaime, de España... y no soy tonto, es que el barro, esto..." Gracias Viola... Más tarde, quedamos con Martin, Niklas y Anni (muy muy buena gente) y nos fuimos a la bolera, a bebernos unas cervezacas y donde desplegué mi mejor juego en años luz...

En fin, una semana movidita. Espero que todo siga igual para que podáis seguir pinchándoos en vena mis estupideces, yonkis de 'erasmuseandoporbremen'. ¡Ah! Y gracias, famila, por enviarme ese paquete de embutido español que espero recibir como mínimo una vez cada dos meses...

Ahora, me voy a levantar un país, aunque no sea el mío... 

¡Un bratzo!

Pd: aún no he matado a Mudito la araña (¿Miedo? ¿Cobardía? ¿Respeto? ¿Cariño? Las claves, el próximo domingo en 'Cuarto Milenio...), y Minka no trastea con nada, ha madurado, muy a vuestro pesar...
  

viernes, 10 de febrero de 2012

Erste Woche in Bremen... ¡y sigo vivo!

Hallo meine Freunde!

Alles klar in Bremen! Amiguetes, estoy muy contento por tierras germanas. Solo llevo una semana aquí pero me siento muy cómodo en Alemania: la habitación es increible (mejor que la del año pasado), en el trabajo me tratan genial, en casa todo en orden... En el aeropuerto me recogieron Marco y Viola y nos vinimos a casa a darle caña al jamón, chorizo, lomo y salchichón que traía en la maleta. Aunque, por supuesto, hay unos cuantos aspectos negativos de los que os tengo que hablar... ¡Comenzamos!

Desventajas de vivir en Bremen. Voy a empezar un poco soez, lo siento.. La primera y más inmediata, la puta ola de frío siberiano. ¿Cómo podemos quejarnos en España, joder? ¡No sabéis lo que es plantar un pino en un baño alemán! Me explico. Hasta el día de hoy, nunca he apoyado mis hermosos y fortalecidos glúteos en una taza de váter tan fría... Ese pensamiento que te recorre la mente: "pufff, igual ya mañana..." hasta que te sientas... Bueno, "guarreridas" aparte, pero sin salir del baño... ¡he vuelto a la jodida rutina de no poder verme de pezones para abajo por culpa del dichoso espejo! Era mi truco para saber cuándo parar de beber cerveza según veía mi barriga... Aunque he evolucionado y he decidido que hasta que no deje de vérmela cada vez que voy a cambiarle el agua al canario, no pararé. (Un apunte que no os vais a creer, solo me he tomado un botellín de 0,33 cl de cerveza en mis primeros 6 días aquí... porque ayer salí de fiesta por primera vez).

Por cierto, no tendría ningún sentido hablar de mi habitación sin mencionar algún tipo de bicho. Esta vez voy a hablaros de otra araña. Lleva conmigo desde el viernes pasado, cuando llegué aquí. La he puesto hasta nombre: Mudito. La 'jodía' no se ha movido de la misma esquina en toda la semana, no sé si es que está hibernando, se ha muerto, es paralítica... Aunque tampoco voy a preguntarla, nos llevamos bien, yo no me acerco, ella no se acerca.

En otro orden de cosas, he de hablaros de otras dos catástrofes... Aquí el Youtube está capado (ya no me acordaba) así que no puedo ver muchos vídeos... y... en el REWE (el Mercadona alemán) han dejado de vender la salsa de tomate que me mantuvo vivo todo el año pasado. Mis platos de pasta ya no son lo mismo sin aquel exquisito sabor que me regalaba el difunto 'Nuddel Up' (¡me acuerdo del nombre y todo!).

Pufff veo que he empezado muy fuerte... Así que vamos a relajaros... ¡MINKA ESTÁ VIVA! ¡JODER! ¡ESTÁ VIVA! ¡EL GATO SIGUE AQUÍ, NO SE HA MUERTO NI ESCAPADO! Y ya la he presentado a mi otra mascota, que por supuesto ha viajado conmigo hasta Alemania: Orinka. En la foto, podéis ver a ambos gatetes jugando a 'piedra, papel o tijera'...

¿Qué más? ¿Qué más? ¡Ah, sí! ¡Que tengo trabajo! Gracias a Farina, he entrado a currar de camarero en el restaurante Locanda, menú italiano, exquisito, en Oberneuland, la zona pija de Bremen (buenas propinas)... Mis jefes (Linda y Leandro) son la hostia, me tratan de maravilla. Y lo que es mejor, solo hablamos en alemán... ¡y entiendo el 93,74% de las cosas! En ese aspecto estoy bastante asombrado con mi oído para el alemán, ya que antes de venir se reducía tan solo a "hallo, guten Tag, wie geht's?" y poco más... Así que, por ahora, bastante contento. (Adjunto foto de mi primer día en el tren camino del trabajo).

En cuanto a quedadas, por ahora poquitas. He vuelto al Allegretto a tomarme 'el mejor chocolate de la historia' con su descubridora Viola (adjunto foto) y ayer jueves salí con Linda a bailar algo de salsa (aunque las sillas del garito se movían más y mejor que yo...) y después un poco de Lila Eule para recordar antiguas fiestas bremenianas y volver a escuchar 'Lonely Boy' en unos buenos altavoces, que ya no son los del Independance... Y precisamente en este selecto garito me encontré con un coleguita con el que empecé a hablar en alemán, y se quedó perplejo incluso de mi humilde dominio de la lengua germana con unas cuantas cervezas de más, por supuesto...  Al llegar a casa a altas horas, me hice un buen plato de espaguetis bolognesa (no podía ser de otra manera), solo que esta vez no me pillaba mi madre 'piripi' en la cocina (hola mamá, todo bien por aquí).

Un apunte de última hora. El otro día, en el parking del Saturn, vi una placa que me sorprendió bastante. Bueno, realmente me eché a reír. 'Frauen-parkingplätze' (Frauen = mujeres; Parkingplätze = plaza de parking). Por supuesto tiene una historia detrás bastante convincente, pero que no os voy a explicar. Simplemente voy a dejar que vuestras mentes trabajen en ello... o que simplemente os desorinéis como hice yo pensando en el típico tópico de "mujer al volante... peligro constante". (No he podido hacerle una foto, así que os adjunto una de internet).

Mi cerebro no da para más hoy, así que lo que me haya dejado en el tintero os lo regalaré en la próxima entrada, amiguetes. Y ahora os tengo que dejar, ¡que tengo que levantar un país! Aunque no sea el mío...

¡Un bratzo!