lunes, 9 de abril de 2012

Nuevo fan del BVB, un 6º sentido y Osterfeuer en Bremen

Hallo yonkis y yonkis de 'erasmuseandoporbremen'!!!

Recién aseado y recién terminados mis deberes de alemán para mañana, me dispongo damas y caballeros a soltar indiscriminadamente todos los recuerdos que guardo con alfileres en mi 'erasmuseado' cerebro. Para empezar tengo dos grandes y bonitas historias. La primera de ellas tiene que ver con el club de mis amores, que no es otro que el Barder Bremen. El conjunto blanquiazul ha terminado la temporada en segunda posición y el 3 veces Balón de Oro, Don Julián Tornel, se ha proclamado Pichichi de la competición. No se le puede pedir más a un equipo que el año pasado peleaba por no descender. ¡¡¡Enhorabuena chavales!!!

La segunda historia tiene que ver con una asombrosa cualidad que he descubierto en mi persona hace solo unos días. Me encontraba sentado en la parada del autobús cuando una anciana se sentó a mi lado. La señora tenía una gran herida en la cara, aunque debido a que el nivel de cordura en esta ciudad no está muy bajo, no me preocupé. Sí lo hice cuando medio minuto después volví a mirar a mi derecha y la señora ya no estaba. Me levanté, me giré... pero no la vi. Había desaparecido. De esta idiotez saco dos lecturas. La primera de ellas: la señora llevaba puestas las zapatillas de andar por casa. Y la segunda y la que más me mola: puedo ver a los muertos. Seguiremos informando...

En otro orden de cosas, el acontecimiento más importante que me ha sucedido en los últimos días ha sido, aparte de un resfriado horrible que me ha jodido durante 2 semanas... ¡mi visita a Dortmund! Fue un viaje relámpago. Partí el viernes 30 por la tarde y regresé el sábado 31 por la noche. Mi periplo de ida lo hice gracias a 'mitfahrgelegenheit', que consiste en alquilar una plaza en el coche de un particular que previamente la ha ofertado vía internet (una forma sencilla y barata de viajar por Alemania). Manda huevos, y repito, manda huevos que viaje con 3 alemanes más en el coche y acabemos hablando en español. Sí, señores, eso es lo que pasó. La gente de aquí ha viajado mucho a Sudamérica y conocen la lengua de Pitbull, digo de Cervantes casi mejor que nosotros...

Nada más llegar a Dortmund, me recibió mi amigo Kevin con 2 cervezas de la ciudad, como no podía ser de otra manera. Después de bebérnoslas, lo primero que hice fue ir al servicio. Luego ya me compré una bufanda del Borussia Dortmund para animar en el estadio, al que nos dirigimos a eso de las 19,30. Entramos en el Westfalenstadion 45 minutos antes de que empezara el partido y la grada sur (25.000 localidades, todas de pie) ya estaba llena. Increíble el ambiente e increíbles también el partido y el resultado: BVB 4-4 Stuttgart. Había ido a Dortmund a ver el mejor encuentro de los últimos años. Por supuesto, durante la hora y media de espectáculo me dejé la garganta coreando todas las canciones... y en cada gol abracé a una media de 8 o 9 personas desconocidas para acabar 4 o 5 escalones más abajo de mi sitio. Solo tengo una palabra para definir mi experiencia en el Westfalenstadion: sublime. Y eso es así.

Cuando salimos del campo, quedamos con sus colegas para seguir cerveceando. Un señor botellón, pero en Alemania. Lo que quiere decir que no tienes que andar con el esfínter apretado y mirando a ambos lados de la calle por si ves venir un par de motos con luces azules. La noche acabó a eso de las 5 de la mañana, cuando me comí, probablemente, el mejor bocadillo de la historia de las noches de fiesta: un 'BVB'. Todo en la ciudad (no muy bonita, todo hay que decirlo...) tiene que ver con el equipo amarillo. Por cierto, tengo que deciros que el Borussia Dortmund se ha convertido oficialmente en mi club alemán, lo que incluye una cláusula anti-Schalke04 (se llevan peor que el Madrid y el Barça), así que apoyaré a Raúl como se soportan las almorranas: en silencio...

Más cositas de la última semana... Este sábado libré en el restaurante, así que pude quedar con Viola, Martin, Anni, Niklas y amigos para ver los Osterfeuer o fuegos artificiales de Semana Santa que se tiran aquí en Bremen en el río Weser desde un barco. Una excusa perfecta para empezar a cervecear sobre las 7 de la tarde, seguir la fiesta en un garito irlandés con música en directo y acabar la noche saliendo del local y viendo que estaba nevando... Nevando. Un 7 de abril. Un jodido 7 de abril en el que había salido con chaqueta y gafas de sol a la calle esta misma mañana... Muy 'heavy', como la Big King XXL que me comí de camino a casa esa noche. Menos mal que lo quemo todo en el gimnasio...

Como siempre, me gusta daros un par de apuntes rápidos antes de cerrar el post. Esta vez se trata de mi salud... mental... salud mental... salud... No sé, el caso es que esta tarde me he hecho un par de huevos fritos, muy ricos por cierto, para los que he usado gafas de sol. No, el sol no estaba ni en mi casa ni en todo Bremen. Es más, hoy ha habido nubes y lluvia todo el día. Pero es que hace un par de días ya intenté hacerme un par de huevos fritos y me saltó el aceite a los ojos 3 veces. Sí, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y yo tropiezo 3... Así que he decidido tomar medidas, y como unas gafas de soldador son muy caras, he probado con las mías. ¿El resultado? Magnífico.

El segundo y último detalle de la semana es que en Bremen han empezado a comercializar la pistola de maquillaje de Homer Simpson. O al menos eso me pareció a mi cuando me topé ayer por la mañana en el tranvía con una mujer, china por cierto, con más pintura en la cara que Fofito. No exagero. Así anda Bremen...

Pues nada, yonkis y yonkis de 'erasmuseandoporbremen', me despido una semana más, que tengo que levantar un país, aunque no sea el mío... qué va, hoy libro, así que igual invito a mi nuevo compañero de piso (Phillip, germano-americano) a tomar unas cerves y a charlar un ratejo. Ya os contaré.

¡Un bratzo!