martes, 26 de octubre de 2010

De la muerte del pulpo Paul al cada vez más cercano adiós de Minka

Antes de nada, quiero felicitar públicamente a Irene Purpurina, que justo hoy está celebrando su cumpleaños en Coimbra. ¡Espero que montéis una buena juerga por Portugal!

Segundo punto del día, amigos... hoy ha muerto el pulpo Paul. Ese bicho que nos hizo ganar el Mundial, porque no fueron Iniesta, Xavi,Villa y compañía, no... esos son unos mataos. Fue Paul. Gloria allá donde estés.

Esta ha sido una semana muy tranquila, la verdad. Quizás lo más reseñable sean mis inagotables ganas de matar a Minka. Sí, amigos, el gato me la ha vuelto a hacer. Pero esta vez no he tenido únicamente que recoger todo el papel higiénico roto de mi baño, que también (maldito peludo de cuatro patas), sino que he tenido que recoger las teclas de mi portátil...

Vale, el problema también podemos achacarlo a mi empanada enorme, pues dejé mi habitación abierta a sabiendas de que hay un monstruo horrible vagando por la casa. Sí, soy un tanto estúpido y quizás tenga el 90% de la culpa, pero me encantaría matar al gato igualmente cada vez que escribo una palabra con 'P'. Un apunte, aunque no tenga la tecla, puedo seguir pulsando un pequeño muelle, por eso escribo todas las 'Ps'. Para el que se haya hecho esta pregunta, es una pregunta muy común, no pasa nada.

Bueno, el caso es que me había ido a comer tranquilamente un buen plato de pasta (¿qué, si no?), con sus espaguetis, su carne picada y su tomate boloñesa... gloria bendita, y me dispuse a encarar el camino de tres metros que separan mi cocina y mi habitación (vaya manera de rellenar texto, se nota que he ido al colegio). Pues a la vuelta de tan suculento manjar veo que mi puerta está entreabierta (mal royito...) y según me voy acercando más y más al portátil veo que hay algo raro... ¡qué coño, que hay 6 o 7 teclas esparcidas por la cama! En ese momento, para qué os voy a mentir, me puse a blasfemar como jamás lo he hecho. Prueba de ello es que el gato no apareció hasta horas más tarde.

Total, que me puse a colocar las teclas cual Mc Gyver (la 'A' está mordisqueada, por cierto) y llegué a la conclusión de que me faltaba la 'P' de 'Puto gato aPestoso'. Mi primer pensamiento fue el siguiente: "Maldita Minka, ojalá no esté aquí la tecla porque te la hayas tragado y tengas una muerte angustiosa...". Mi segundo pensamiento fue: "Hostias Jaime, se te ha ido un poco la pinza tío, tranquilo", y mi tercer pensamiento fue: "¿Qué cojones? Maldito gato espero que estés cagando 'Ps' lo que te resta de vida, que a este ritmo es poco...". Y nada, tras buscar la tecla por todos los rincones de la casa aquí sigo pulsando un muelle como un idiota. Para más inri, no he tenido lo que hay que tener para robar una 'P' de cualquier portátil de exposición en los centros comerciales... pero ya llegará... Nota: el gato no ha sufrido ningún tipo de daño físico (que sí psicológico, aunque no me entienda...).

Bueno, y tras intentar ocultar mi infinita estupidez detrás del ingenio y la maldad de un gatillo de 5 meses, voy a contar en primicia la 'Tontería del mes'. Resulta que aquí en Alemania gravan un impuesto sobre la mayoría de los envases de cristal y plástico. Se trata de obligarte a reciclar para poder recuperar ese dinerillo extra que cuesta cada recipiente (el impuesto en cuestión se llama 'Pfand'). El caso es que esta mañana me he levantado decidido a limpiar la mesa de la cocina de tanta botella, que casi no se podía ni comer entre tanto casquillo. Me he ido al Rewe (el supermercado que tiene la máquina en cuestión que te imprime un ticket con el importe a recibir por los envases que tiras) y he tirado todos los cristales y plásticos. Acto seguido me he ido a comprar y cuando estaba mirando las patatas fritas me he dado cuenta de que no había pulsado el botón tras echar los cascos y, por lo tanto, no me había imprimido el ticket con mi dinero. Cuando he vuelto el importe ya no estaba, hoy ha habido algún suertudo que ha comprado con aproximadamente un euro y medio míos. Suena a poco, pero de Erasmus... menos da una piedra.

Y como en este blog no voy a contar que el jueves pasado salí a cervezas y acabé a chupitos de Jagermeister porque alguien metió una botella en el garito y estuve cagando vinagre todo el viernes (hecho que no me permitió salir ese viernes, pero sí el sábado...) pues creo que aquí me despido. No sin antes lanzar una pregunta que me tiene realmente intrigado. ¿Por qué cada vez que salgo de la ducha y dejo secar la toalla, cuando se seca huele fatal? ¿Y por qué recién lavada y seca... sigue oliendo fatal? Misterios de la humanidad para los que espero alguien tenga respuestas...


¡Ah! ¡Y que me voy a Roma a ver a mi media naranja desde el jueves al lunes!

Pd: como no tengo fotos de esta semana... os he metido por ahí fotos-chorra que se dedica a sacarme Sandra vía Skype, espero que las disfrutéis.

¡Un bratso!
   

4 comentarios:

  1. jajajajaja lo que más me gustan son las fotos... cada día más empanado hijo...:) un beso, pásatelo genial por Romaaaaaa!!!

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  2. Ohhhhh Momento amoroso/empalagoso a tope! jajajajajaja
    Cada vez me cae mejor Minka jajajaja Ráptalo y dáselo a Sandra... con Mau será como el infierno...

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  3. Deja a Minka en paz. Y creo q hablo en nombre de todos. Cierra la puerta del baño y volverá a la normalidad.

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  4. muerte al gato, muerte al gato, muerte al gato!!!!

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