viernes, 23 de diciembre de 2011

Andalucía-Trip con acento germano... y despedidas...

"¿Qué paza illo?"

Esa es la primera frase que Viola y Alex debían decir al entrar por primera vez en 'La Peñita Los Kalimotxos'... y lo hicieron. ¡Tíos grandes! De ahí al '¿qué pasa mi niño? o ¿qué pasa chacho, muyayo?' solo había un diminuto escalón... Y es que en los últimos días me he marcado un Málaga-Trip glorioso, con acento germano. Aunque creo que la aventura merece bautizarse como Andalucía-Trip...

El viaje comenzó desde la Carlos III, donde recogí a estos dos colgaos por la tarde del pasado viernes, a ritmo de 'Desperado', con los punteos de guitarra de Alex. Desde entonces hasta Torre del Mar, buena música, risas y alguna que otra siesta del personal que invitaban al conductor a cagarse en lo más sagrado. Pero se hizo corto. Y nada más llegar, un paseíto por la playa y a dejarnos los dineros en la Peñita, que para eso está.

Se convirtieron en la primera visita extranjera de la corta historia del local, algo que invitó a una 'Party on fire' en toda regla. Nos dio tiempo a robar naranjas en Vélez y llenar una... ¿discoteca? para dejarnos la vida bailando el 'Ai se eu te pego'. Mucha fiesta, tanta que a la mañana siguiente me levanté en el sofá sin explicación, eso sí, bien tapadito con una manta para no coger frío en los riñones (no te preocupes, madre).

El segundo día estaba reservado para turistear por Nerja y seguir de camino a Almería, donde nos esperaba el grandísimo Félix. Allí tapeamos, jugamos al mejor juego de beber de la historia (me lo tienes que pasar, mamón) y después, de discotecas. El rollo de Almería es la caña, totalmente recomendable. Lo pasamos tetilla. ¡Muy buena gente! Eso sí, a la mañana siguiente no hacía tanta gracia despertarse a ritmo de timbales por la batucada que estaban haciendo enfrente del puto piso.


Al levantarme, tuve mi momento de gloria. ¿Erección mañanera? No, me explico: había que recoger el infierno que dejamos la noche anterior y yo estaba sin gafas, a tientas, como un auténtico topo... pues acabé tirando varias botellas al suelo amén de un precioso obsequio de la casa que me acabé cargando, y por ende, barriendo... (lo siento, tío...). Un 'morning glory' que no acabó ahí, ¡porque fue cuando descubrí la batamanta (momento remember)!, y tuve que ponérmela para, acto seguido, sentir que un alma africana se apoderaba de mi cuerpo y marcarme unos bailes sensuales al ritmo de la batucada...

El resto del día, ¡turismo por Almería! Realmente... emmm... vamos a ver... emmm... es Almería, ¿vale?... Lo mejor fue el cerro del Cristo, desde donde se ve toda la... ¿ciudad? Pero para llegar allí, tuvimos que pasear por el peor barrio almeriense, donde se cuece todo el tema de la droga, lleno de gitanillos y de Hazes en potencia. Gracias al enorme Cristo que visitamos, no nos robaron, pero imaginaros el percal: dos alemanes, una francesa y dos españoles con gafas-pasta de sol... Todo un logro. Por cierto, en Almería, y con una foto de un apretón de manos, firmamos un pacto: bañarnos en la playa de Málaga antes de volver a Madrid. Más adelante, el desenlace... Por la noche tiramos para Málaga de nuevo, unas pizzas del Telepi, un poco de tv-basura española... y a planchar la oreja porque al día siguiente nos esperaba...

¡Graná! Donde quedé con la inolvidable y apreciada señorita enjendrada en La Carolina... ¡Tivorosky! Sin olvidarnos de una granaína de verdad, como es Marina, de pura sangre, de "Ohiharaah" (Ojijares, para los de la Logse). De nuevo, volvieron las famosas 'tivoroskadas', y es que no se puede ir a Granada con Ingrid a tapear porque... ¡todos los bares están cerrados! Cada día me sorprende menos, la verdad... Pero fue una gran guía, todo hay que decirlo. Por cierto, muy cutre, pero la única foto que tengo con estas dos muchachas en mi visita a Granada fue en un jodido Eroski, eso sí, manteniendo una lata de cerveza Alhambra, de la ciudad.

La despedida... como todas, triste... pero espero reencuentros bremenianos. Por cierto, dos últimos apuntes de Graná: primero, algún día os contaré la escalofriante historia que me une a esa ciudad cada vez que la visito; y en segundo lugar... creo que en Granada tienen de alcalde a algún primo lejano de Gallardón, ¡todo levantado y en obras! Salir de allí se nos hizo más largo que el eructo de una jirafa...

El martes vino la prueba de oro, nuestra apuesta personal... ¿bañarse o no bañarse en la playa un 20 de diciembre? Por favor... ¡lo hicimos! Me costó mi tiempo encontrarme los cacahuetes después del baño, pero mereció la pena. La verdad es que hacía más frío que en un iglú con las ventanas abiertas, pero fue una experiencia inolvidable para despedirnos del legendario Málaga-Trip. Un viaje que, más que probablemente, repetiremos. Espero que la próxima vez sea un verano...

Al día siguiente, esperaba la capital. Y por la noche, de despedidas... Viola vuelve a Alemania por Navidad y Jaakko... Jaakko se nos vuelve a Finlandia para siempre... Un pedazo de finés de los que no quedan, de esos que odian Suecia con todas sus ganas y beben alcohol para calentarse en las mañanas frías. Un fuerte bratzo Jaakko, nos veremos por Oulu. ¡August-Germany-Finland-Crazy-Trip!

¡Ah! Un rápido apunte sobre la noche de ayer... Alex y yo teníamos que desvalijar la nevera y los armarios de Jaakko antes de su despedida (alcohol, especias y comida...). Y nos llevamos todo en bolsas de basura. Y con esas pintas paseamos por Madrid hasta coger el nocturno. Entre las frases más escuchadas: "¿qué coño llevarán en las bolsas de basura?", y entre los cánticos que nos ganamos... "¡sí señor, reciclar es vivir!". Amén de dos borrachas que nos pararon para preguntarnos sobre el contenido de nuestras intrigantes bolsas de basura. Alex abrió la suya y enseñó algo de fruta y verdura y les dijo: "trabajamos en el zoo, cogemos comida y mañana por la mañana tenemos que alimentar a los osos panda...". Nunca me he sentido más orgulloso de mis clases de español a un alemán.

Pues señores y señoras, así están las cosas y así se las hemos contado. ¡Aprovecho para desearles a todos y cada uno de ustedes una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo, sentadito en este humilde rinconcito de interntet!

¡Un bratzo!
  

viernes, 16 de diciembre de 2011

¡Comienza la cuenta atrás!

Hola jefes y jefas... yonkis todos y cada uno de ustedes...

Tengo que contaros mis últimas noticias... y es que desde el pasado 11 de diciembre tengo fecha de caducidad en Madrid. Comienza mi cuenta atrás particular. El 3 de febrero (felicidades adelantadas, Alex) estaré volando para Alemania, destino Bremen. Ya es oficial, me lo ha dicho por mail el 'service-center' de Air Berlin. Desde ahora mismo, que estoy escribiendo estas líneas, restan exactamente 49 días...

Después de oficializar mi marcha, paso a contaros lo que han sido las últimas semanas de mi vida. Acabo rápido: vuelvo a ser 'ni-ni'. Gestiona Radio no tenía ni pa' pipas, así que... decidieron echar a todos los becarios a la calle. Desgraciadamente no es el único medio que ha llevado o está llevando a cabo este tipo de práctica, estamos en la ruina. Así las cosas, aún quedan unos cuantos valientes dejándose la piel por la 'señora Gestiona', y me tengo que acordar, entre otros muchos genios/as que dejé allí, del gran Chechu 'el Mago de la técnica'. Porque con este personaje me he echado unas buenas risas y he aprendido mucho durante unos meses. El artista que siempre quiso ser pintor pero sobrevive de técnico. Ahora ha abierto una página web, y os animo a que le echéis un vistazo, amigos: Abstracción en blanco.

Por terminar con el tema 'radio', solo decir que sí, que supuso una seria putada, algo que hizo que me planteara el irme antes de marzo a Bremen, y así haré. Tengo el 'plan-Alemania' atado y bien atado, señores, no es cosa de un día. Para empezar, voy a dormir bajo techo porque vuelvo con el mejor casero del mundo: don Marco, y su fiel escudera Minka (espero que siga por allí...). Y por otro lado, gracias a otra crack, Farina, tengo un pie metido en un restaurante bremeniano. De no tener suerte, habrá que buscarla y moverse y ojalá pueda encontrar algo pronto. Veremos qué tal me va de barman...

¿Qué más? ¿Qué más...? Pues... que mucha fiesta en las últimas dos semanas desde que soy 'ni-ni'. Realmente me lo he tomado como unas vacaciones. Mi hígado y su colega el estómago no están muy de acuerdo, ya he recibido varias llamadas de sus abogados... pero las vacaciones son ¡para 'vacacionar'! (como diría mi antiguo profe 'el Donda'). No, ahora en serio, de aquí a mi marcha, germano a tope, hoy ya he empezado a ver la serie Friends en alemán, y me he vuelto bastante loco, la verdad... Probaré con Barrio Sésamo, mejor...

¡Ah! Además estuve en el concierto que Vetusta Morla dio el sábado pasado en La Riviera. Espectacular. Espectacular la cogorza, el concierto maravilloso también. Se me hizo muy corto y se dejaron alguna canción interesante en el tintero, pero... muy guay.

¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! Casi me olvido de nombrar al mejor equipo del momento, ¿el Madrid? ¿El Barça? Aficionados... ¡El Barder Bremen! El segundo mejor equipo de la liga de Arganzuela (bueno, de uno de los 400 grupos, que encima está lleno de equipos con ciegos, cojos, abuelos y terminales...). No, no, no... no vamos a quitarle mérito a este equipazo enrachado que no para de dar espectáculo en las pistas del barrio de Legazpi. Si queréis ver buen fútbol, acercaos algún domingo a ver a estos artistas del balón, no os arrepentiréis... lo digo porque hay un bar al lado que se llama 'Yuli' que te pone 80 tapas por consumición... no por otra cosa.

Por último y para cerrar la entrada de hoy, mi gran amiga Irene me ha dado una idea. Voy a narrar a diario cada uno de mis últimos 21 días en España, 'rollo Samanta Villar'. Pero bueno, eso vendrá más adelante...

Hasta entonces.... ¡un bratzo!
  

domingo, 20 de noviembre de 2011

De vuelta a las andadas...

Hace ya tres meses que no me doy una vuelta por el blog... ¡Cómo hemos cambiado! Y como vengo con noticias muy muy muy frescas, voy a aprovechar para actualizarlo. No voy a andarme con rodeos para soltar la bomba que tengo entre manos, simplemente este humilde rincón de internet va a seguir funcionando indefinidamente porque... ¡me vuelvo para Bremen!

Sí, amigos... Tras meditarlo durante varios meses, voy a llevar a cabo la aventura de mi vida. Mis únicos compañeros de viaje en esta gran experiencia van a ser un par de maletas, mi camiseta de Higuaín (que tengo que seguir mostrando por el mundo) y mi ilusión.

Allí me espera una ciudad increíble (a mi forma de ver, para gustos los colores...), pequeña, que conozco, cómoda, barata, y donde aguardan algunos amigos aún... Así que, después de recibir noticias del mejor casero de la Historia, el señor Marco, oficialmente empiezo a buscar un billete con dirección al país de la cerveza.

Mi billete va a ser únicamente de ida. No concibo una vuelta a la patria a corto plazo. Aunque no soy adivino y ese tipo de cosas nunca se saben... en principio, comienzo este nuevo episodio de mi vida sin conocer más allá del primer capítulo.

¿Objetivo a corto plazo? Sobrevivir, trabajar, darle caña al idioma más jodido del mundo... Poco más.

¿Fecha? Quizás a finales de febrero o allá por marzo... Cuando complete unos meses de formación en Gestiona Radio, donde actualmente estoy currando y de donde me marcharé muy agradecido, sobre todo con el gran Carlajas. Por cierto, no dejéis de escuchar 'Gran Angular' con Alejandro Ávila, en Gestiona Radio, de lunes a viernes de 21.00 a 23.00 y de 00.00 a 01.00... ¡con la colaboración estelar de un servidor!

Poco más que añadir en esta entrada. Simplemente darle bombo a mi equipo de fútbol, el Barder Bremen, que tan bien está haciendo las cosas (segundos en la tabla y, por cierto, seguiremos actualizando la friki-web) y las gracias a toda la gente que me apoya cada día y que, por cierto, tendrá un sitio en mi futura casa bremeniana...

¡Ah! Jefes y jefas... en los próximos meses habrá que empezar a mirar entradas para el Hurricane, no me olvido de aquellas palabras, ¿cómo eran? Sí... Algo así como... "hay que repetir y reunirnos en este festival cada año..."

¡Un bratso!
  

miércoles, 3 de agosto de 2011

¡Adiós y gracias al mejor año de mi vida!

Me dabais por muerto, ¿eh, mamones? Pues acertáis, lo que pasa es que soy una persona tan agradecida que he hecho lo imposible por resucitar. Y por supuesto, quiero resucitar este blog también. Porque se ha terminado el mejor año de mi vida, contado íntegramente en este humilde rincón de internet, pero suelo ser tan gafe y exagerar tanto las cosas que creo que podré estirarlo aún más.

En los próximos días pensaré si cambio el nombre o me mantengo firme y romántico con 'erasmuseandoporbremen'.

Por cierto, he tenido tiempo hasta... ¡para graduarme! ¡Bien por mi! ¡Periodista! ¡En paro... busca empleo!

Jefes y jefas, se acabó lo bueno. He esperado al día de mi 23 cumpleaños para confesarme. Este año en Bremen ha sido increible: cada momento, cada viaje, cada fiesta, cada cumpleaños, cada clase (bueno... alguna... ¿no?), cada barbacoa, cada día costreado en casa de Pablo y Jorge/Ingrid/Tara... no se me borran de la cabeza. Estoy totalmente agradecido a toda la gente que me ha acompañado en esta gran aventura alemana. Cada uno de vosotros sabéis perfectamente el lugar que ocupáis en mi corazoncito (uuuuy qué blandito estoy...).

No tengo palabras más que para la NASA, a ver cuándo inventamos la máquina del tiempo, señores... Aunque si no somos capaces de saber qué ocurre en un bolsillo cuando metemos los cascos perfectamente doblados y salen como si hubieran estado haciendo el amor salvajemente... veo jodido que lleguemos a descubrir la máquina del tiempo... Pero bueno, en nuestras memorias erasmus queda. Lo cual significa un peligro... ¿no? ¿Eh? ¿Quién soy? ¿Cómo me llamo...?

Bueno, mis últimos días en Bremen después del grandísimo Hurricane Festival han sido de fiesta continua, ¿no veo por qué no? Aunque todas con sabor a despedida, desgraciadamente. Primero se nos fue Angelote, y luego cogimos carretera y manta Alberto, Edgar y un servidor. Bastante pronto, quizás.

Una grandísima noche en el Hofbräuhaus, un asado en casa que duró más de 4 jodidas horas, alguna que otra party más, la gran despedida en Modernes, el día del Señor en el Schüttinger, y 5 jodidos colgados diciéndome adiós en el aeropuerto de Bremen...

Por supuesto, no podía hacer otra cosa que darle las gracias a Marco, el mejor casero de la historia, todos lo sabemos. Y a Minka, que a base de dar por saco se ha ganado mi cariño y ahora hasta la echo de menos a la jodía...

Y antes de cerrar definitivamente la etapa Erasmus (joder qué pena me está dando) quiero prometer y prometo lo siguiente:

- Volveré a Bremen (una vez por año por lo menos)
- Volveré al Hurricane Festival (y espero veros por allí)

Creo que para resumir el Erasmus, no me queda otra que tirar de vídeos, maravillosos vídeos que voy a robar descaradamente de esa increible gente Erasmus que se los ha currado honradamente (así nos las gastamos los periodistas en paro) y que nos han hecho derramar lágrimas:

























etc, etc, etc... ¡se os quiere gente! ¡¡¡Y nos vemos!!!

¡Un bratso!
  

jueves, 23 de junio de 2011

Un Hurricane Festival bestial para acentuar mi morriña

¡Hola amigos! Este finde he vivido una de las mejores experiencias de mi vida, que cambiaría por muy pocas cosas... ¡El Hurricane Festival! Menudo cartel: Foo Fighters, Arctic Monkeys, Kasabian, The Hives, Band of Horses, My Chemical Romance, Sum 41, The Chemichal Brothers... y un sinfín más... Lo dicho, aún tengo los ojos como platos y la sonrisa de un bebé. También he de apuntar que este fin de semana, he tenido nuevas experiencias con nuestro gran amigo el Karma, de nuevo...

El Karma... el Karma algunas veces se porta bien, como cuando pude desalojar en unos baños recién limpiados (lo vi con mis propios ojos), y a veces se porta mal, como cuando tuve que ver Chicago en un retrete donde previamente debió hacer de vientre un ciego epiléptico de pie sobre el váter y bailando la Macarena al mismo tiempo. Aunque, antes de continuar, quiero puntualizar algo, el término Karma a partir de ahora pasará a llamarse Tivorosky, con todo el cariño del mundo, eso sí. Y cada putada del Karma se llamará tivoroskada. Son dos términos que vamos a acuñar desde hoy, después de haber tenido la oportunidad de debatirlo con mi gran grupo de científicos expertos de la universidad prestigiosa de Bremen.

Para empezar el viaje, una tivoroskada. De María. La clásica: "me he quedado dormida y no llego al tren, cogemos el siguiente". Tivososkada muy común. Al coger el tren de las 10,30 ya no eran 35 minutos los que tardábamos en llegar a Scheeßel, sino una hora, y cogiendo un par de trenes, cargados de maletas, sacos, tiendas y comida hasta las orejas. Pero bueno, al llegar allí decidimos tomar el camino pijo y coger un taxi hasta el camping... que nos tuvo que dejar a un buen trecho del mismo porque la gran aglomeración de gente ya no dejaba pasar. Total, que descargamos las cosas de nuevo. Y tras andar unas decenas de metros, un grupo de alemanes nos ofrece compartir otro taxi... ¡conducido por un niño! ¿Y eso cómo puede ser? Pues porque había una mafia de taxistas-junior montados en karts a pedales que tiraban de carros donde podías subir todo tu equipaje por 5 euros. Bendita explotación infantil consentida. Seguro que cotizaban a la seguridad social y tenían hasta sindicato.

Llegamos al camping y los demás nos tenían reservado un par de sitios para las tiendas de campaña. A montar la tienda y camino hacia el pueblo a comprar cervezas. El viernes hizo un día maravilloso. Así que pudimos disfrutar de los conciertos de Glasvegas, Jimmy eat world, Portishead, Arcade Fire y The Chemical Brothers. Por la noche, quedaba aún mucha más música por escuchar en una carpa al lado del camping. Así que noche de fiesta non-stop con Bea la fiestera, lo que supuso que aquella 'noche' durmiera un par de horas. El sábado, muerto, pero había que darlo todo. Así que me dirigí a las duchas para recibir la segunda tivoroskada del viaje: alguien me robó la camiseta en las duchas, una maldita camiseta blanca de 2 euros y llena de mierda. Ruines... Además, tras ducharme, colgué la toalla en el techo de los vecinos y comenzó a llover como si no hubiera mañana. Resultado: toalla mojada el resto del finde (podéis verme escurriendo la toalla). Ese sábado escuché los directos de The Sounds, Two Door Cinema, Kasabian (me encantó) y Kaiser Chiefs (me decepcionó). Por la noche, un poquito de carpa y a descansar pronto.

Llega el domingo, y con él 2 tivoroskadas más. La primera, comenzó de buena mañana el diluvio universal, que junto al fuerte viento que soplaba, hacía pensar lo peor... Pero aún así, fuimos a prepararnos para las últimas citas del festival. Por la tarde, nos acercamos Carlos y yo a las duchas, pero al final no pudimos vernos las pichas. ¿Warum? Porque se les ocurrió que era un buen momento para limpiar las duchas, segunda tivoroskada. Yo llevaba un pantalón corto de fútbol y una camiseta de manga corta y nos estaba cayendo encima un diluvio y un frío del horror. Como diría mi madre: "¡Para haber cogido una pulmonía! De verdad, hijo... ¡es que no piensas!" Tras esperar 15 minutos de rigor, nos dijeron que había que esperar otros 10... pero ya estábamos más que duchados del agua que nos cayó encima, así que en la tienda un 'lavado de gato' y para afuera.

Esa lluviosa tarde de conciertos comenzó con un increíble directo de Band of Horses con una gran previa, y me explico. A la izquierda del escenario estaban los servicios. El cámara esa tarde se había tragado un payaso y empezó a enfocar a los tíos que meaban en los urinarios al aire libre. Eso despertó las risas del público. Hasta que enfocó a uno, que parecía tener la vejiga más grande que un camión. Tras unos minutos volvió a enfocarle y ahí seguía, meando... hasta que terminó y se dio la vuelta. Ahí fue cuando todo el público nos crecimos y empezamos a aplaudir y jalearlo. Su cara de poker hasta que se vio en las pantallas no tuvo precio...

Después de Band of Horses, tocaba pasar el resto del día en el escenario verde: Flogging Molly, The Hives, Arctic Monkeys y los putos amos: Foo Fighters. Fueron varias horas de orgasmo ininterrumpido, gritos, saltos, baile del pogo... ¡brutal! Cuando Foo Fighters cerró el Hurricane con Everlong fue una bofetada en la cara, despertar de un sueño del que no quería levantarme jamás. Aunque hubo tiempo para una última tivoroskada, porque cuando todo acabó, tenía la boca más seca que la toalla de un hippie, así que pedí un vaso de agua... ¡con gas! ¡Puajjj! Dos eurazos, ¡toma moreno! Y ahora tirando para la tienda de campaña a soñar con el festival del año que viene (obviamente, me apunto)...


El lunes por la mañana, nos levantamos Carlos y yo a eso de las 8 de la mañana, y tras llenar 2 bolsas de basura hasta los topes (daban 5 euros por bolsa, solo una por persona) nos dirigimos con todo nuestro chotuno hacia el tren, donde esperaban decenas y decenas de personas. Pero tuvimos suerte de que una de las puertas se abriera en nuestras narices y cogimos hasta sitio. De vuelta a casa, charla-resumen del Hurricane, deseos de volver el próximo año y bagaje de daños y pérdidas, por mi parte las zapatillas (no le digáis a mi madre que aún no las he limpiado).

Hasta aquí ha dado de sí mi espectacular finde en el Hurricane Festival que, por supuesto, es mucho más alucinante vivido en directo. Jamás lo olvidaré, ni con la gente que he podido compartirlo. A partir de hoy, semana de despedidas, entre ellas la mía. Así que alguna lagrimita que otra y cervezas, muchas cervezas por favor...

¡Un bratso!
   

viernes, 17 de junio de 2011

The Killer-Cat y un gran Sommerfest para hacer olvidar el E. coli y mi barba

Esta es mi entrada número 35 en 'Erasmuseandoporbremen' y para demostrar que este año me ha hecho madurar y me ha convertido en mejor persona, evitaré las rimas.

Han sido unas semanas duras en las que se ha ensuciado sin prueba alguna el nombre del pepino español, mientras nos colaban el E.coli en otros alimentos. Pero ninguno de nosotros ha sufrido descomposición intestinal hemorrágica alguna. Si acaso, gases. Por cierto, lo voy a dejar caer en este blog, para haceros meditar y crear un productivo debate: creo seriamente que el E. coli puede estar escondido en alguna cueva de Afganistán o en alguna mansión de Pakistán...

Dejando atrás la crisis del pepino, voy a hacer memoria de lo que ha ocurrido estos días. Javi cumplió años, y le preparamos una sorpresa en forma de... ¡secuestro express! Eso es, le vendaron los ojos, le ataron manos y pies, le pusieron música en los oídos y le montaron en un carro. Muy profesional todo. Hasta que le llevaron a la azotea de la residencia, donde aguardábamos todos para hacer una barbacoa. Una vez bebidos y comidos nos fuimos de farra, escalamos árboles y se marcaron unos buenos plankins para la historia. Una noche muy normal, vamos...

Continuamos con otro cumpleaños, el de Constantin, un coleguita alemán. Una gran noche con concierto de 'The Pervert Penguins' incluido, un futbolín, y para terminar la noche cerramos el Lila Eule. A las 5 de la mañana parecían las 11... Increíble. Puedo confirmar y confirmo, que en Alemania ponen las calles antes que en España.

Situaciones curiosas que recuerde... estos días... en el súper, por ejemplo. En el Rewe vi un matrimonio que llevaba un trozo de papel de cocina en la mano y lo fue comparando con todos los rollos de cocina del pasillo. Además, ese mismo día me hice con el último paquete de Chococrispies que había en el supermercado. Hacía tiempo que no me sentía tan afortunado. Por otro lado, hace una semana comencé a ver la serie 'Sobrenatural' por la noche. Bueno, pues para ser una serie, un poquito de respeto sí que da (joder, yo en el primer capítulo me cagué vivo, aunque eso no es muy difícil...). Y da aún más respeto cuando, justo antes de que termine, escuchas cacharros cayendo cuando la casa está sola. Sí, luego pensé que pudo ser Minka, pero mi momento de héroe en plan de '¿hay alguien ahí?' no me lo quita nadie.

Y hablando de Minka, la semana pasada recibí la mejor noticia del año con respecto a esta linda gatita. Ya es todo un hombre. Ha matado un pájaro. Sí, señor. Un buen pajarraco, y después ha jugado con él. Qué sangre fría. Después de 9 meses, todo un parto, por fin mis clases prácticas a base de vuvuzela han dado sus frutos. El tema es que, si un felino caza algo y lo deja en tu puerta, se trata de una señal de amor y respeto hacia tu persona. Aún espero mi pájaro en la puerta de mi habitación antes de irme a Madrid. Y tíos, os he dado una idea cojonuda para el próximo San Valentín, ¿eh?

La última gran fiesta hasta la fecha, fue el Sommerfest de Vorstrasse. Una residencia que trae grupillos alemanes de ska y montan un escenario y hacen que te lo pases en grande, bueno, ellos, la cerveza y estar rodeado de gente increíble. Aquí os dejo un maravilloso vídeo en el que podemos ver a Alberto vestido de Monje con calavera, liándola en el escenario y lanzándose al público, que le pasamos por toda la fiesta.


Por cierto, ¡me he afeitado! Me costó más que a Falete una huelga de hambre, pero lo hice. Y... por lo demás, en estas últimas semanas estoy tratando de despedirme de Bremen como Dios manda. El otro día salí a pasear con la bici (cómo la echaré de menos...), mañana por la mañana me voy a darlo todo al Hurricane Festival, la semana que viene tenemos hoguera de San Juan, despedidas... llega la morriña... 

Antes de irme, he de deciros que el humor alemán no dista mucho del español. Y si no, comprobadlo vosotros mismos en esta foto sacada en el carril bici a la vera del río.

Os dejo con algunas fotillos de Bremen y de estas semanas, porque hoy, la verdad es que no estoy muy sembrado. Espero dejarme la vida (no literalmente, solo la voz) en el Hurricane Festival, y traeros todas las anécdotas posibles para la próxima entrada del blog.

¡Un bratso!
   

sábado, 28 de mayo de 2011

Odisea en Baviera de la mano de Tivorosky

¿Qué tal amiguetes? La semana pasada visité Múnich en el que ha sido, sin lugar a dudas, mi mejor viaje-erasmus. En él, por fin tuve la oportunidad de mirarle a los ojos al Karma, pues tiene nombre y apellidos: Ingrid alias 'Tivorosky' (luego profundizaremos). Además, pude disfrutar de una bellísima ciudad en un viaje marcado por los graciosos (a la par que ridículos) bailes de un equipo inigualable:


  • Carlos alias 'El líder': siempre al tanto de todo, sentenciando en cada frase, carismático y organizado, se ganó el apoyo de las masas (los otros cuatro) para convertirse en el Moisés de la expedición.
  • Tara alias 'El número 2': durante los 4 días pudo hacerle sombra al líder, un líder que con el paso del tiempo fue perdiendo facultades y humanizándose hasta tener que delegar en alguna ocasión en Javi, que cumplió oportunamente las expectativas.
  • Erick alias 'El observador': un hombre de pocas palabras pero decisivas. Siempre estudiaba minuciosamente el terreno y sabía los pasos a seguir para llegar al supermercado o parada de metro más cercanos.
  • Ingrid alias 'Tivorosky': un auténtico diamante en bruto... del infortunio. Un imán para los sucesos extraños para con sus compañeros. Pero muy buena chica.
  • Jimmy alias 'El negro gracioso': ese fue el rol que le tocó jugar a un servidor. El típico personaje que muere primero en las películas, pero siempre de la mano del sentido del humor.

Con este equipo nos lanzamos a la aventura de Múnich. Empezaría el jueves a las 5:19 de la mañana. Uso el condicional porque desafortunadamente no partimos a esa hora, Tivorosky se había quedado dormida. Así que nos fuimos a casa del líder a llenar nuestros estómagos antes del viaje con un buen plato de macarrones. Dos horas después, nos encontramos todos en el andén, y Tivorosky compró nuestro indulto con unos crepes de mermelada (muy ricos, por cierto), pero que acabarían manchando el abrigo del líder...

Nuestro trayecto de ida debía durar 12 horas, tomando 5 trenes, pero acabó durando 15, pues antes de llegar a uno de los transbordos, anunciaron por megafonía que el Karma había mandado a un inútil a tirarse a las vías y que debíamos parar y coger un autobús con destino a la próxima estación. Por supuesto, este retraso supuso la pérdida del siguiente tren. Así que pasamos una hora y pico en Göttingen antes de retomar el viaje. Al llegar a la siguiente parada, Carlos se dio cuenta de que, con las prisas, se había olvidado la bolsa de comida en el anterior tren, por lo que se fue con Tara a comprar al lado de la estación. Cuando de repente, la hora de salida del siguiente convoy se adelantó más de 10 minutos. Total, que tuvieron que correr para montarse. En los siguientes trenes, destacaron el brazo amoratado de Erick por culpa del 'Macarra' (archiconocido y doloroso juego de cartas) y mi secuestro exprés de un urinario porque nos habíamos equivocado de tren... Llegaríamos a la capital de Baviera sobre las 22.30, y allí nos esperaba una tormenta eléctrica y Yanira, que consiguió con un par de llamadas descifrarnos la localización de nuestro hostal (no lo habíamos apuntado) y nos llevó de cerveceo a un pub irlandés-australiano.

De vuelta al hostal, nos esperaría 'Kasimir' (apodo asignado por el líder), un joven de tez pálida con cabellos dorados que dormía como un bebé... desnudo, quiero decir. Así que en la más absoluta oscuridad intentamos hacer nuestras camas, y descubrimos que la maleta de Carlos estaba maldita, pues siempre aparecía en el lugar menos indicado para que te destrozaras un meñique contra ella. Esa maldición nos perseguiría siempre...

A la mañana siguiente, cuando me tocó mi turno para ir al baño, topé con una situación a la que nadie desearía enfrentarse: ver tu toalla en el suelo cumpliendo la función de alfombrilla para todos los presentes. ¿Quién fue el causante? Sí... Tivorosky, quien muy amablemente compraría mi perdón de nuevo alquilándome una toalla. Esa mañana nos dirigimos al centro para realizar el free-tour con una de las guías más sosas de la historia. Comimos como señores en el Hofbräuhaus y por la tarde tuvimos tiempo de visitar el Allianz Arena y marcarnos un buen planking a las puertas del estadio. Ese mismo día, se sucedieron algunos fenómenos extraños: un yonki colgado se dirigió a mi persona con las siguientes palabras "sdavh axlkvnkg jhvshjv" y con cara de querer sacarme los intestinos por la boca; un empleado de la limpieza del Burguer le preguntaría a Ingrid repetidas veces "Haben Sie warm?" (¿Tiene calor?), en un intento un tanto patético de ligar que asustó a nuestra pobre Tivorosky; una alemana loca le diría en perfecto castellano a Javi "Hasta mañana! ¡Dame duro!"; y por último, una señora de avanzada edad fallecería en un sofá del Burguer en nuestra presencia por muerte natural (que no, morbosos... simplemente casi se parte el cuello al quedarse dormida).

El tercer día fuimos a Füssen a ver el Castillo de Neuschwanstein. Subir hasta el maldito castillo supondría dejarse media vida en el intento. Desde aquí le doy las gracias a Luis II de Baviera (que en paz descanse), que fue al que se le metió en los cojones ponerlo tan alto. No me imagino cuando sus siervos tuvieran que ir a por el pan... Pero bueno, disfrutamos de unas vistas increíbles y más tarde bajamos al lago para dar de comer a los patos y a un cisne muy estirado que se ganó nuestra enemistad. Como curiosidad, un apunte: fui a orinar a unos baños 'públicos' (previo pago de 30 céntimos) y coincidí con un grupo de ancianas españolas que, presas de sus deterioradas vejigas y del pánico, saltaban las vallas como canguros, eludiendo de esta manera el pago de los 30 céntimos... Y otra víctima, pero no de la vejiga, sino de una mala dieta, el líder, deseaba llegar a la habitación lo antes posible, pero ahí actuó Tivorosky, que decidió, sin querer, salir por otra boca del metro que nos dejó a años luz del hostal...

Por la noche cenaríamos en un chino y pasaríamos un rato en un Biergarten hablando sobre conspiraciones. De toda la conversación, me quedo con la siguiente frase, y os pongo primero en contexto: estábamos debatiendo sobre la posible sociedad secreta que señala Kennedy en su último discurso y de repente...

Tara.- Nunca sabremos quién está detrás de todo. A lo mejor soy yo el líder del mundo y me lo estoy callando como una puta...
Carlos.- Joder, pues invítate a unas cervezas.

Pues con estos personajes pasaría una de las mejores aventuras que he vivido. Gracias a Dios, o a Tivorosky que ya estaba cansada, el viaje de vuelta 'solo' duró 12 horas, que con grandes dosis de risas, fotos, bailes y cartas, se pasaron volando. Para más información o el contraste de informaciones, visitad el blog de mi querido Carlos 'el Líder'. Y a continuación, antes de despedirme, os dejo con el vídeo oficial de nuestro increíble periplo a Baviera, disfrutadlo:


¡Un bratso!
   

jueves, 19 de mayo de 2011

En Londres viendo desmayos, patios, famosos... y peleando con el karma

Hola amiguetes. Últimamente paso menos por aquí porque tengo muchos asuntos de Estado entre manos... (botellines). Pero he vuelto antes de marcharme unos días a Munich, donde tengo que resolver otros asuntos de Estado como los que os he hablado... La semana pasada he pasado unos días en Londres con mi distinguida esposa, y vengo a contaros nuestras aventuras y mis desamores con el Karma.

El Karma comenzó sus jugarretas el miércoles, cuando tenía una entrevista pactada con la estrella del Werder Bremen, Claudio Pizarro. Se lesionó esa mañana, y la entrevista tuvo que posponerse, por lo que no pude hacerla ya que volaba a Londres...

Ya en islas británicas me esperaba Sandra. Llegué más de media hora tarde y el bus al centro de la ciudad también salió con retraso. Así que llegamos a Liverpool Street pasada la medianoche. Las dos primeras personas a las que se me ocurrió preguntar eran... cómo decirlo... como dos vampiros modernos gays. No nos dieron soluciones, y tras caer en la cuenta de que no había metro abierto y no teníamos ni idea de qué bus coger... pillamos un taxi (primera novatada). Cuando llegamos al hotel, 32 libras después, llamo al timbre y nadie contesta. Lo hago 2 veces más y, cuando parecía que deberíamos dormir en la calle, la puerta se abrió porque el primo inglés de Bin Laden se despertó debido a los timbrazos. Ahí estaba el colega, con su turbante, su espesa barba y los ojos colorados. Vaya miedo.... Pero con valor, subimos hasta la habitación 33.

El jueves lo dimos todo de turisteo por Camden Town, donde sorprendentemente no nos ofrecieron drogas... Por la tarde, en Tower Hill, se nos cruzó un bus con publicidad de una obra de teatro del famosísimo Matthew Fox, a la cual me invitó mi señora a asistir... (es el de la foto, aunque bien podría ser el primo de cualquiera de vosotros). Cenando en un Kebap antes de la función, pasó algo muy desagradable. Había dos hindúes comiendo a nuestro lado. Uno se levantó y fue a pagar... cuando empieza a oler a muerto. Sí, ese hombre nos había regalado uno de sus mejores pedos como aperitivo. El hijo puta se descojonaba con la mirada de aprobación de su colega, mientras nosotros esperábamos nuestra comida con caras de poker.

Una vez dentro del teatro, apareció Neve Campbell para sentarse a ver el espectáculo 3 filas delante de nosotros. Flipando. Y ya durante la obra de teatro, ocurrió algo bastante extraño. Un señor se levantó y se dirigía hacia la puerta cuando sonó un atronador 'PUMMMM'. Lo primero que pensé fue: "Creo que Zidane está llamando a la puerta", pero no, el hombre se había caído de cabeza, y rápidamente reaccionaron unas cuantas personas del público para socorrerle. Eso sí, Matthew continuó como un 'pofffesioná'. Tras 2 horas de teatro en el que me enteré del 20%... acabé protagonizando una escena bastante gruppie a la salida. Obligué a Sandra a esperar media hora hasta que se fueran todos y acabé preguntando a un segurata por dónde saldría Matthew. Amablemente me mandó a tomar por culo.

La segunda noche nos costó dormir un huevo, pues teníamos un vecino tras las paredes de papel que no paraba de roncar como si no hubiera mañana. Hay Karma, Karma... El viernes nos esperaba Oxford y el patio de las pelis de Harry Potter. ¿El patio? No. Los mil patios de las ochocientas facultades de la ciudad. En cada uno nos cobraban una libra para pasar, y tras ver que no era ninguno de ellos, preguntamos en información y nos mandaron al único rincón que no habíamos visitado de Oxford. Bien por nosotros. Una vez allí... no entramos. (Por cierto, creo que la foto necesita aclaración: bebo té con mi monóculo, ¿vale?) ¡Ah! Para no perder la costumbre de los fenómenos extraños, según íbamos andando de vuelta a la estación, una señora se desmayó y empezaron a darla convulsiones. Menos mal que todo inglés debe tener un curso de primeros auxilios y rápidamente la atendieron. Creo que llevamos el gafe a Oxford también. Una ciudad muy bonita cuya población está llena de hombres feos y mujeres 'hermosas'. Vamos, Mordor. He dicho.

El sábado nos tocaba el día del palizón turístico. Empezamos por el Parlamento, desde donde nos dirigimos a Buckinham Palace para hacerme una foto mirando el culo de un león. A las 3 habíamos quedado con mi colega Jose Carlos, que nos invitó a unos cafés al lado de su curro. Tras compartir una hora con este pedazo de gentleman, quedamos para la noche, y desde las 4 hasta las 8 nos dimos un buen paseo desde el Big Ben hasta el Puente de Londres. De camino, coincidimos con una pareja norteamericana que nos subió a los dos la moral, pues les entendíamos a la perfección. Se portaron genial con nosotros, y tras descartar la hipótesis de que querían comernos, nos contamos mutuamente nuestras vidas. Por la noche estuvimos de nuevo con Jose Carlos en su casa, y a la vuelta al hotel, pasé uno de los peores ratos de mi vida. De repente, tras un litrillo y algo de cerveza, mi vejiga quería estallar. Así que salimos escopetados en la parada King's Cross destino los baños. Iba con la cartera en la mano porque normalmente tienes que pagar para entrar, pero cuando vi que eran gratis, grité con tono afeminado y de satisfacción: "¡Son graaatiiis!". No puedo recordar mucho más a partir de ese momento orgásmico.

Y hasta aquí dio de sí nuestro encuentro internacional en Gran Bretaña. El domingo volvíamos a nuestros respectivos países. Con la tontería y la pachorra, yo llegué a mi vuelo con la gente embarcando ya... pero llegué. Por supuesto, al llegar a Bremen, según aterrizó el avión, comenzó a llover como si fuera el final del mundo. Alguien avisó de mi llegada...

Ahora mismo son las 12 y media de la noche. En 4 horas me despertaré porque a las 5:19 de la mañana empieza mi viaje a Múnich. Una aventura de 11 horas y 4 o 5 trenes de ida, e idem para la vuelta el próximo domingo. Estamos loquísimos. Os contaré a la vuelta.

¡Un bratso!
  

miércoles, 27 de abril de 2011

Semana de las Santas Lluvias en España montando muebles y viendo clasicazos

Acabo de levantarme de una larga siesta de dos semanas para convenceros de que no existe la vida después de este blog, hay que seguir teniéndole fe a ‘Erasmuseando por Bremen’. Tras un largo e inmerecido descanso, ahora vuelvo con más fuerzas e ilusionado por los 2 últimos meses que me esperan en Alemania. En esta entrada os traigo un remix de historietas, donde os narraré cosas como mi última visita familiar o cómo llegué a montar un sofá del IKEA…

Antes de nada, os regalo la foto de un loco tomando el sol en su ventana en el barrio de Saint Pauli, grande.

La visita de mis padres y mi hermana a mi humilde morada bremeniana trajo más curiosidades de las previstas. Me he dado cuenta de que un hombre de 51 años puede comunicarse en un país de lengua totalmente distinta sin abandonar ese maravilloso idioma que es el castellano. Ese era mi fin de semana, el finde de mi consagración, mi última oportunidad para demostrar a mis padres que en Bremen no estoy únicamente de fiesta, sino que estoy estudiando alemán. ¿La vía? La comunicación oral con todos los empleados de hostelería bremenianos que nos cruzáramos. Pero no hubo manera. Mi padre se empeñó en españolizar Bremen y alrededores. Curioso, pero efectivo, logró entenderse con todos y cada uno de los camareros que nos sirvieron. Aunque alguno de ellos nos regaló más de alguna ‘poker face’, como el gerente del ‘Allegretto’ (mi cafetería favorita, por cierto), al que se dirigió mi padre con un “no, tranquilo campeón, que yo solo estoy mirando las bebidas que tenéis, ahora ya… ¿tenéis Grappa? Un chupito de Grappa, y si no, pues nada, un café…”

Pero esto no acaba aquí, me he dado cuenta de que tengo una madre capaz de regatear el precio de unos zapatos hasta en Alemania. Y no hablamos de un mercadillo (que aún…), sino de una zapatería de la calle principal de Bremen. Con dos ovarios, de una manchita que tenía el zapato izquierdo, sacó una rebaja de 10 euros y una crema para el calzado. Yo no daba crédito… Aunque menos crédito di al ver a mi hermana convertida en superheroína cuando acabó con Venom (ya sabéis, ese malo malísimo de la saga de Spiderman…). Sí, amigos, Venom se presentó en mi casa a eso de las 3 de la mañana del viernes 8, aprovechando que nos encontrábamos en la fiesta de un coleguita alemán. Podéis ver la foto y llorar de miedo, porque se trataba de una minitarántula, no exagero… Pues tras media hora de deliberaciones para zanjar la mejor manera de acabar con su vida y de probaturas con el cepillo para ver si podíamos acabar con la araña de un solo escobazo, allá que fue. “Jaime, ya, que son las 3.30 de la mañana” y ZAS, escobazo. Tras esta muestra de hombría por mi parte que sin vergüenza alguna comparto con todos vosotros… sí que me atreví a coger el cepillo, y fui arrastrando a la araña hasta el suelo, donde fue pisoteada hasta la muerte. ¿Dónde acabó la araña? A) En el vater, B) en la basura, C) la horneé y me la comí, D) en el patio del vecino. Los que habéis necesitado comodín del 50% o de la llamada no me conocéis nada. Pues en el patio del vecino, por supuesto…

Dos días después de ver a mi familia foguearse por Alemania, me tocaba a mí regresar a la patria. A mi llegada a Madrid me esperaba una prueba de fuego para acceder al Barder Bremen C.F. el año que viene. Di la talla. En un partido muy disputado entre equipos de jubilados, conseguí marcar uno de los goles que maquillaron el resultado. Pero ese no fue el verdadero trofeo. El verdadero premio vino después, cuando me hice el loco sobremanera y logré escaquearme de pagar cervezacas a los ganadores del encuentro

Por cierto, he encontrado mi verdadero camino en la vida. ¿Periodista? ¡Anda ya! Montador de muebles del IKEA. Los primeros días por Madrid me dediqué a ayudar a mi colega Javi a amueblar su piso nuevo. Jamás lo habría imaginado, ni loco ni harto de vino… ¡que iba a montar un sofá! ¿Yo? ¿Un sofá? Sí señores, y bien bonito que quedó. (Probablemente no durará más de una semana teniendo en cuenta el nivel elevado de manazas con el que Dios me ha premiado).

Más cositas, esta Semana Santa me ha dado tiempo a pasar unos magníficos días con mi romana, con la que tuve que ir a ver ‘Caperucita Roja’, grandísima y entretenida producción que nos ofrece la cartelera española estos días… (ni caso, chavales, corred, corred donde sea, ¡huid de vuestras novias si os proponen ir a verla, y no miréis atrás!). Cari, te quiero.

En la ‘Semana de las lluvias’ por excelencia en España, también me ha dado tiempo a bajar a mi querida Málaga para visitar a la colonia veleña que, por cierto, se ha hecho con un local muy cuco donde se ha formado una peñita adicta a los juegos de azar y al alcohol envueltos en una maravillosa atmósfera creada por la música de Dj Felix y su ‘disco que suena todos los putos días’ que, todo sea dicho, me he grabado. Allí pude disfrutar, camiseta del Pipa y bufanda de ‘Podemous’ en mano, de la increíble final que nos regalaron Madrid y Barça. Aunque me asombró la filosofía con la que se tomaron la derrota los culés… Yo desde este humilde rincón de internet, quiero darle las gracias a Mou y a la plantilla madridista por regalarme ese estupendo orgasmo que duró 120 minutos, con su pertinente gatillazo cuando vi a Sergio Ramos experimentar con la gravedad y el título de Copa a la vez

Por cierto, el último apunte del día tiene que ver con mi vuelo de vuelta a Bremen. He hecho escala en París. Hasta ahí todo en orden, hasta que a las 13.00 tenía que ir a la puerta G24, donde nos esperaba un avión… ¿un avión? ¡Una avioneta! ¿Pero esto qué es? Era tan pequeña que solo había una azafata a bordo. ¡Es más! Me atrevería a decir que la azafata y el piloto eran la misma persona, y de vez en cuando se cambiaba de ropa rápidamente y salía al pasillo a ofrecer unas galletitas y un zumito…

Y hasta aquí llegamos hoy. Ya has agotado tu cupo de pérdida de tiempo en internet. ¡Ponte a trabajar, gañán! La semana que viene volveré con más curiosidades y con las reacciones de la semifinal europea que nos regala otro par de Clásicos. También adjuntaré una lista informativa de los fallecidos por infarto esta semana, así como los que la palmen por sobredosis de alcohol y derivados…

¡Un bratso!