sábado, 25 de diciembre de 2010

ESPECIAL NAVIDAD: "Vuela como puedas" Parte 1

Me cago en las precipitaciones en forma de nieve que se están dando estas Navidades en toda Europa, en especial en Alemania. No puedo iniciar esta entrada de otra manera, pues mi fiel compañero San Pableras y un servidor las hemos pasado putas para regresar a la patria. Cada problema que nos ocurría era más gracioso que el anterior, y todos juntos formaron una pelota que explotó, os diré dónde, en el baño del vuelo LH 1112 Frankfurt-Madrid. Este tipo de experiencias son las que te hacen alejarte más de la religión y de Fray Richard...

La pesadilla del viaje Bremen-Madrid comienza la noche anterior, cuando se me ocurrió hacer una Mojito's Party en mi casa con los colegas alemanes, lo cual derivó en noche de fiesta en Lila Eule y siesta de un par de horitas antes de coger el supuesto avión que me llevaría a casa.

A las 8 de la mañana del viernes 17 me levanté de la cama con las sábanas pegadas. Aún tenía que pegarle un último vistazo a la maleta, ¿para qué?, si finalmente las gafas me las dejaría olvidadas en el baño... Total, que a las 9:20 estaba en el aeropuerto de Bremen con los dedos cruzados, hasta que me dirigí a las pantallas de los vuelos y vi "GESTRICHEN". Y me dije para mí: "¿Qué coño es eso?, qué mal suena... espero que signifique 'vayan subiendo que nos vamos cagando leches' y no 'cancelado'...". Así que me dirigí al stand de información para que me aclarara esta duda y sí, me llevé la hostia, significaba cancelado. ¿Y ahora, qué? Pues a ponerse en la cola de Lufthansa para negociar una rápida y no muy dolorosa salida del país.

En esto que veo a San Pableras llegar, fue como una aparición divina. Me acompañaría durante toda la aventura, al igual que el gran vídeo del italiano en Malta. Una aventura que empezaría con 4 horas de espera en una maldita fila de no más de 30 metros. Resultado: tres canas y dos cafés pagados a lo tonto, pues justo cuando llegó San Pableras con ellos nos dimos cuenta de que estaban poniendo bebidas gratis para los afectados. La primera patada en los huevos del viaje. Total, que cuando llegamos a la pole position de la cola, nos tuvimos que hacer una foto de celebración.

Ahí comienza el periodo de negociación con una trabajadora de Lufthansa, que nos ofrece un tren directo a Frankfurt para que cojamos el vuelo a Madrid de las 21:10. No esta mal, a grandes problemas, grandes soluciones. Así que nos cargamos el equipaje y le tiramos para Hauptbahnhof. Allí prosigue la pesadilla. Comienza a nevar, bajan nuestras expectativas de llegar a Madrid ese mismo día y el tren que nos lleva a Frankfurt se retrasa una hora. Esto significa que llegaríamos muy pegados de tiempo para facturar y subir al avión...

Cogemos el tren, muy cómodo por cierto, aunque con algún que otro pasajero estúpido. En ese tren podías gritarle a tu compañero durante una hora todo lo que habías hecho esa semana pero no podías subirte el autoestima y poner un capítulo de South Park porque un viejo amargado se levantaba a pedirte explicaciones... En esos momentos lo único que se te pasa por la cabeza es matarlo, bueno, a él y a cualquier persona medianamente estúpida que, cuando tienes la moral por los suelos, se te acerca para tocártela, y la moral también... Por cierto, Grandísimo capítulo el de la muerte de Cartman.

Nos bajamos en Colonia porque nos dicen que debemos coger otro tren que va más rápido para llegar a tiempo al aeropuerto. Pero cuando nos bajamos, nadie nos sabe decir cuál es el famoso tren... Finalmente lo encontramos y nos subimos. Incluso hacemos migas con el compañero que nos toca enfrente y con su Furby (aclararé que el Furby era un hombre pakistaní que era clavado al muñeco y solo sabía dormir y dar cabezadas de vez en cuando). Total, que cuando llevamos un rato en el tren, comentan algo por megafonía y San Pableras se raya, y me raya. Entonces es cuando entra en acción el compi alemán, para traducirnos lo que ha pasado: "Justo hoy, hay un incidente/avería en las vías/trayecto del tren y por ello hay que coger otra ruta y el tren tardará una hora más de lo que acostumbra..." Perfecto, echamos cálculos y nos damos cuenta de que el avión a Madrid lo vamos a perder. Aunque aún nos queda un as en la manga, o más bien un hilo de esperanza en forma de retraso...

Pero nada más lejos de la realidad, cuando llegamos al stand de información nos encontramos con una jóven que pregunta por su vuelo y justo detrás un asiático (no me aventuraré a decir de dónde era el campeón) que acabaría con nuestra paciencia más adelante. Cuando nos toca nuestro turno, escuchamos la segunda patada en las pelotas del viaje: "Ustedes han perdido su vuelo a Madrid, ha salido en hora". Cayendo la de Dios de nieve, retrasándose todos los jodios vuelos, trenes, etc... ¿y justo nuestro vuelo sale en hora? Pues sí...

Entonces nos colocamos en otro stand para pedir otro vuelo pero... allí estaba el asiático, comiéndole la oreja a la señorita de Lufthansa. Tanto que nos cerraron el stand en nuestras narices y nos hicieron recorrer medio aeropuerto para hacer otras horas de cola y preguntar por el siguiente vuelo a Madrid. Pero no hubo soluciones, simplemente nos apoyaron moralmente para lo que iba a ser nuestra noche en el aeropuerto y, eso sí, un cheque de 15 euros para gastar como cerdos en el McDonalds...

Hasta aquí la primera parte de "Vuela como puedas". En el siguiente episodio podrán hacerse eco de la maravillosa noche de hotel, digo de suelo, que pasaron San Pableras y Jaime en el aeropuerto de Frankfurt, así como las innumerables horas de colas, listas de espera, retrasos y problemas de equipajes... ¡Sigan atentos a Erasmuseando por Bremen! ¡Y feliz Navidad!

¡Un bratso!
  

3 comentarios:

  1. lo que no te pase a tí hijo............

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  2. Puto jefe el furby ehh jimmy, jajaja tenia el cuello tieso el tio!!!(pd.- podria gacerte un Spoiler...) :PP
    un beso rey!cuidate!!!

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