domingo, 2 de enero de 2011

ESPECIAL NAVIDAD: "Vuela como puedas" Parte 2

... Y después de gastar 15 eurazos a cuenta de Lufthansa en el McDonalds (algo que no habría hecho ni el mismísimo gordaco de 'tonterías las justas' en su última cena), donde por cierto compartimos mesa con una americana que nos encontramos horas antes en el aeropuerto de Bremen, nos dirigimos a hacer cola en un stand para obtener unos preciados billetes a España al día siguiente.

Eran más de la una de la mañana, y ya había una gran cola y decenas de personas en coma tiradas en el suelo. Así que decidimos echarnos un sueñecito en aquel suelo tan cómodo y fresquito. A las 4 la gente se volvió loca y se levantaron todos rápidamente para formar cola. Como aquel que dice: "donde fueres, haz lo que vieres", y tras recoger todos nuestros bártulos, nos pusimos San Pableras y yo en la cola. Allí permaneceríamos durante las siguientes dos horas, por lo menos... Adjunto foto de dos colegas leyendo de una manera que parece bastante cómoda... (Porque sí).

Cuando ya abrieron el stand, aquella fila infinita no se movía apenas unos metros, y comenzaba a haber trifulcas en el inicio de la misma, por gente que se colaba... Espabilados... Justo lo contrario que nosotros, ¿por qué? ¡Porque esa no era nuestra maldita cola! No sé cuantas horas ahí y nos enteramos ahora... manda huevos...

Pero en nuestra defensa he de decir que no fue culpa nuestra directamente, sino que una perra del infierno con traje de azafata de Lufthansa, y repito, perra del infierno, nos mandó aquella misma noche a hacer cola allí convencida de que era el lugar idóneo para echarnos una siestecita nocturna. Pues no, maldita perra del infierno, esa era la cola para los vuelos intercontinentales. Ahora, una de dos, o nuestro inglés vallecano ha evolucionado a un perfecto inglés americano o simplemente nos vio pinta de sudamericanos, asiáticos o africanos (aunque esto último es más complicado, siempre que no se nos tenga en cuenta de ombligo para abajo, por supuesto)...

Llegados a este punto, la desesperación era máxima, pero por fin fuimos a la verdadera fila en la que deberíamos pasar nuestras siguientes horas de vida. Aquello era interminable, cruzamos algo así como 3 o 4 esquinas y la cola aún seguía viva. En el último pasillo comenzamos a descojonarnos vivos, yo incluso llegué a llorar de la risa. Y porque aún me respondía el esfínter, si no podría haber pasado a mayores... Como dato, arrojo que en esa misma fila, a 10 metros por delante se encontraba 'África de los Serrano' con el rímel corrido de tanto llorar. Nadie se salvaba del caos.

Tras varias horas de cola (esta frase es la más repetida en el resumen de la odisea), y tras hacernos una colega italiana y otro colega americano muy salao, conseguimos llegar al stand. Una señora mayor con pinta de haber dormido genial aquella noche, y muy maja por cierto, nos atendió y nos logró meter en lista de espera para un vuelo a Madrid a las 9:15... dentro de 15 minutos, genial, toca correr...

Y allá que fuimos, a recorrernos todo el maldito aeropuerto hasta el final, sin exagerar, la puerta de entrada estaba realmente lejos... Vamos, a tomar por el culo, sin paños calientes. Y ahí creíamos que íbamos a mandar nuestro vuelo porque ya eran las 9:15. Pero no, comenzaron los retrasos, para no variar. Pero bueno, ya daba igual, el caso era volar de una vez a Madrid. Y tras 2 horas de retraso... ¡logramos entrar al avión! Pero no despegar... porque aún debían hacer mil movidas para poder volar, así que tras otra hora de espera dentro del avión, aquello echó a andar. De las 2 horas y media de vuelo solo recuerdo mi apaciguador paso por el baño del avión y mis continuas cabezadas...

¡Llegamos a Barajas! Alguna nos tienen guardada... ¡Exacto! Esa no es la maleta de San Pableras, esa tampoco, esa tampoco... ¿Pero esto qué es? Pues otra confusión, juntaron maletas de un vuelo anterior y otras de un vuelo de Múnich... Genial. Finalmente tras esperar otra horita y algo allí (nos sobra el tiempo, estamos loquísimos) salió la maleta de San Pableras, y con ella todas nuestras esperanzas de cruzar la barrera que nos metía oficialmente en suelo español. Un suelo que finalmente no besé por miedo a no poder levantarme...

Y para rematar la faena, al llegar a casa me esperaba el termómetro, ¡qué jodío! Me decía que tenía 39,5 de fiebre, me cago en todo... ¿Qué significó esto? Pues que después de todo el bombo que le di a mi fichaje por el Barder Bremen y mi inminente debut con el conjunto madrileño, no pude cumplir mi sueño... Un sueño que cumpliré el próximo domingo 9 de enero...

Y no me quiero despedir sin decir dos cosas: Carlos y Sherif son famosos en España tras su paso por las noticias de la Sexta y... ¡quiero desearos un feliz año nuevo a todos!, y que los viajes que hagáis en 2011 sean infinitamente mejores a los que hicísteis en 2010.

¡Un bratso, amigüitos!
  

2 comentarios:

  1. Después de leer detenidamente tu viaje interminable y sufrido por todos, espero y deseo (mientras rezo), que vuelvas el próximo dia 10 a tu hora y sin problemas (aunque se me quede el corazón partío)bsssss. mma

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  2. dale jimmy dale, si es qe desde luego, si no se vuela asi no tiene ninguna gracia jajaja
    Nos veremos en breve por la fria y gelida germania, un bratso

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